Por “Clarita” Pasos
Los derechos de la Familia.
La familia es una comunidad de persona, la célula social más pequeña y como tal es una institución fundamental para la vida de toda la sociedad.
La familia como institución. ¿Qué espera de la sociedad? Ante todo que sea reconocida por su identidad y aceptada en su naturaleza de sujeto social. Esta va unida a la identidad propia del matrimonio y familia.
El matrimonio, base de la institución familiar, está formado por la alianza entre un varón y una mujer por la que forman un consorcio (unión de personas) de toda la vida. Ordenado al bien de los esposos y de los hijos.
La familia es una sociedad soberana a su manera aunque condicionada en varios aspectos. Por eso se habla de los derechos de la familia, íntimamente relacionados con los derechos esta la procreación responsable y la educación de los hijos.
La nación el estado y las comunidades internacionales deben de tener en cuenta la existencia de la familia.
Existe un vínculo casi orgánico entre familia y nación. El vínculo de la familia con la nación. El vínculo de la familia con la nación se baja ante todo en la participación en la cultura. En cierto sentido, los padres tienen hijos también para la nación, para que sean miembros suyos y participen de su patrimonio histórico y cultural.
Desde el principio, la identidad de base de la identidad de la familia se va delineando sobre la base de la identidad de la nación.
Al participar del patrimonio cultural de la nación, la familia contribuye a la soberanía especifica que deriva de la propia cultura y lengua.
El estado se distingue de la nación por su estructura menos familiar al estar organizado según un sistema político y de forma más “burocrática”.
Pero la familia no dispone de todos los medios necesarios para alcanzar sus propios fines, incluso en el campo de la institución y de la educación. Allí donde la familia no es autosuficiente, el estado, debe intervenir, pero una excesiva intervención del estado resultaría perjudicial.
El desempleo es una de las amenazas más serias para la vida familiar: supone un reto para la política de cada estado u un punto a reflexionar para la iniciativa privada.
También se ha de considerar la importancia y el peso del trabajo de la mujer dentro del hogar. Esta actividad debe ser reconocida y valorizada al máximo.
La fatiga de la mujer después de haber dado a luz un hijo y cuando especialmente en los primeros años es tan grande que se le puede comparar con cualquier trabajo profesional. En Francia la maternidad tiene también un reconocimiento económico por los esfuerzos que implican. (continuará). Muchas gracias.
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