El rol del gobierno es convertirse en garante de los derechos de los ciudadanos; implica también impulsar el empoderamiento de una ciudadanía que vigile, proponga y tenga un rol activo en el establecimiento de políticas públicas, de legislaciones y acciones que impliquen mejoras sustanciales a los modelos de vida. Así pues el Poder Legislativo se constituye en coadyuvante de esas funciones. Siendo un órgano de representación popular, tiene como función iniciar, discutir y aprobar las normas jurídicas de carácter general, impersonal y abstracto atendiendo a principios de responsabilidad y compromiso con la sociedad.
Pero pareciera ser que para nuestros legisladores locales todo esto es letra muerta, se olvidan del compromiso social que tienen para con la ciudadanía y prefieren hacerse a los intereses del poder ejecutivo o peor aún a los intereses de grupos de poder.
Solemos decir con mucha ligereza que la legislatura que corre ha sido la peor de la historia, pero siempre nos desmiente la realidad cuando llega una nueva más superficial y de menor compromiso social hacia sus votantes, pasando sin pena ni gloria por los muros que han albergado, en toda su historia, a solo a un puñado de diputados y diputadas que verdaderamente han legislado con principios y atendiendo las causas de los Queretanos.
Cerró 2022 y con ello un año más de trabajo insulso, deficiente y empobrecido de la Legislatura Local, no hay uno solo que dignifique la representación popular, es una caterva de serviciales que además de todo no prestan atención a lo que se aprueba o se ordena desde el ejecutivo, se muestran sumisos a cuanta instrucción viene de fuera. Peor aún están los de Morena, son temerosos de las consecuencias que pudieran tener si alzan la voz; son ellos los que más vergüenza generan, sus intereses no están alineados a la ideología contenida en los documentos básicos de su partido, su desinterés por su labor los coloca muy distantes de una representación social efectiva o incluso de partido.
Engolosinados por el mundial y las fiestas decembrinas decidieron dejar hacer y dejar pasar las leyes de ingresos y de egresos 2023, en su desinterés dispusieron no dar debate alguno, mucho menos votar en contra o abstenerse sobre diversas legislaciones que corrían en perjuicio de los ciudadanos; una de ellas fue la Ley de Hacienda del Estado la cual sufrió modificaciones en la carga de impuestos por apuestas, las contribuciones que antes pagaban los dueños de los casinos ahora fueron trasladados a los apostadores; lo que se traduce en que si usted hoy en día compra mil pesos en fichas el casino solo le entregará 900 cobrando por anticipado el 10% de impuestos que antes le tocaba asumir al casino. Pero además cuando alguien ganaba el casino pagaba un 15% adicional, hoy en día ese impuesto se reparte entre casino y jugador pagando ambos al rededor de un 6%, es decir le redujeron más de la mitad de carga impositiva al casino.
¿A quien benefició esta modificación de ley? Baste ver quienes son los dueños de los casinos para llegar a simples conclusiones. La disminución de impuestos se traduce en ganancias millonarias, que para desfortuna de los Queretanos hoy estarán amparadas en ley, reviviendo con ello viejos intereses, viejas cuentas por pagar y viejos empresarios que han estado en el ojo del huracán por sus acciones fuera de ley…como dice el clásico ¡Porca Miseria..!
Ulises Gómez de la Rosa
Presidente Estatal de Acción Sí AC
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