Voz de la Sierra

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Los concursos de belleza guardan grandes secretos, ¡algunos espeluznantes!

Desde participantes con hijos, certámenes vendidos y un sin fin de misterios alrededor de una corona

 

TAMARA MEDINA

Grandes escándalos han rodeado a quienes viven de la industria de la belleza en torno a los certámenes, estos van desde directores, creadores y participantes, que han encontrado una forma de escaparate para llegar a la cima del éxito, así como historias trágicas que han terminado incluso con la vida o la libertad  de las jóvenes.

 

Hace algunos años la Cámara de Diputados aprobó con 444 votos a favor, dos en contra y siete abstenciones la reforma para definir estos eventos como violencia simbólica, contra las mujeres y prohibir a las instituciones públicas asignar recursos, publicidad, subsidios o cualquier otro tipo de apoyo económico.

 

Y es que los concursos para promover la belleza femenina han sido tachados de violentar la dignidad de las mujeres exhibiendo a las participantes como mercancía para venderla al mejor postor.

 

Casos como el que ocurrió en el preámbulo de Miss Universo 2001, donde se aseguraba que la francesa Elodie Gossuin, de 20 años, era transexual; al final sólo fueron rumores y pudo participar, colocándose dentro de las 10 finalistas o Leefa Shiikwa, Miss Namibia 2005, a quien le retiraron  el cetro por estar casada, casi similar al de la brasileña Joseane Oliveira, quien obtuvo la corona de Miss Brasil 2002, y confesará en una entrevista tener una relación marital desde el año 1998.

 

Pero en México también se tienen historias truculentas casi todas señalando a la primera Miss Universo mexicana Guadalupe Jones quien por años tuvo el control como directora del certamen más importante en el país, “Mexicana Universal”, antes “Señorita México”.

 

En su momento la tacharon de homofóbica por sus declaraciones sobre la participación de Ángela Ponce, representante trans de España, mismas que  fueron catalogadas como transfobicas.

 

O del supuesto maltrato a las participantes, donde incluso la actriz Vanessa Guzmán, quien después de liberarse de las tensiones que le produjo el certamen de Nuestra Belleza México 1995 y luego el Miss Universo en 1996 subió de peso, lo cual la llevó a padecer de problemas de bulimia y anorexia y que en entrevista para conocido periodista de espectáculos culpara a su directora de acomplejarla por su «gordura».

 

Ximena Hita, conocida por ganar el concurso de belleza de Miss Aguascalientes, fue encontrada sin vida, reportes extraoficiales indicaban que la modelo se quitaría la vida por la serie de presiones que tenía alrededor de su participación como representante de su estado.

Historias más truculentas rondan con los rumores que se generan, en el que gente poderosa y con actividades ilícitas invierten grandes cantidades de dinero para que la «favorita» sea coronada o cómo estos poderosos señores tienen fijación en las participantes a quienes hacen novias, esposas o simplemente compañeras sentimentales como a Laura Elena Zúñiga Huizar, Miss Sinaloa 2008 y que inspiró el libro del periodista Javier Valdés QPED, «Miss Narco» que poco le duró el gusto y no llegó a representar al país en el concurso internacional pues el 22 de diciembre de 2008, Laura  es detenida por la policía en Zapopan, Jalisco, junto a su novio Ángel Orlando García Urquiza, líder del Cártel de Juárez.

 

Emma Coronel Aispuro, otro caso de quien representará al municipio de Canelas en Durango, y el mismo día de su coronación flechó al narco más importante del país Joaquín Guzmán Loera «El Chapo» , detenido y sentenciado a cadena perpetua, misma suerte que correría Coronel cuando  fue detenida en los Estados Unidos donde fue acusada de conspiración para el trasiego de sustancias prohibidas, así como ser cómplice del tercer intento de fuga del padre de sus gemelas y cuatro años después obtendría su libertad.

 

Y aunque estos mismos concursos también han hecho que sus participantes hoy sean actrices reconocidas como Jaqueline Bracamontes, Ximena Navarrete, Alicia Machado, Susana González, Yadhira Carrillo entre otras, para muchas tener la preciada corona es un precio muy alto el que tuvieron que aspirar.