Voz de la Sierra

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Orientación Familiar 1 | La moda (continuación)

Por “Clarita”  Pasos


El modo de vestir revela muchas veces el perfil interior de una persona, su indumentaria con frecuencia es fruto de una elección libre y conforme a un modo de ver la vida.

 

Ninguna historia como la de la moda en el vestir revela tanto las profundas motivaciones humanas. La ropa que lleva una persona tiene un sentido, revela una actitud interior. La imagen corporal con todos sus aditamentos, vestido, higiene, arreglo, persona, etc. Forma parte del concepto que tiene uno mismo. El modo de vestirse es la representación exterior de nuestra filosofía de la vida.

 

En el siglo XIV se inventa la aguja de acero, hasta entonces casi no existían trajes cortados. La única posibilidad eran las túnicas sujetas con cinturones y broches.

 

Con la revolución industrial llega la fabricación en serie, la sociedad de consumo da sus primeros pasos. Las maquinas abaratan el producto y las tiendas se llenan de continuas novedades. La moda se masifica. Los últimos de Paris, son accesibles a la mayoría de la población. Muy pronto se plantea la batalla de la competencia por vencer más y a precios más bajos, que exigen un adecuado montaje publicitario y el despliegue de los medios de comunicación social con el objeto de atraer compradores.

 

La elegancia en el vestir.

La elegancia es la “manifestación del espíritu en la postura del gusta o del agravio, según un modo propio, personal y una adecuación a las circunstancias”.

 

El vestido s muestra como exigencia de la elegancia como virtud. El elegante es el que sabe elegir. Dicen los pensadores que una buena elección tiene que atender a todas las circunstancias, si no, no es suficientemente buena. Existe una conexión entre el mundo moral y el mundo estético, por ello cuando falta decencia en la manera de vestir o en el lenguaje, falta a si mismo, elegancia y la grasería ocupa su lugar.

 

Hay una afinidad estrecha entre lo bello y lo bueno. Cuando falta el sentido moral se pierde el buen gusto del pudor y con el naufragan todas las virtudes y los valores porque se dejo considerar al cuerpo como algo personal.

 

El gran secreto de la elegancia estriba en saber encontrar dentro de lo cual lo que mejor se adapta a nuestro modo de ser y de pensar a las propias circunstancias y a nuestro papel en la vida. Muchas gracias.