Voz de la Sierra

Noticias en Querétaro

Orientación Familiar 

Por “Clarita” Pasos

Aprovechamiento del tiempo: continuación

Una bola que parece de estambre pero es el hilo de tu vida. Déjalo correr, pero si alguna vez quieres que el tiempo se adelante, debes jalar la madeja. Puede avanzar pero no retroceder.

El niño se retiró contento y volvió por el mismo camino por el que se había venido.

Guardo su bola de estambre y se fue a comer.  En la mesa le dijo a su Papa – yo quiero una bicicleta ¿me la compras? Su Papa le contesto cuando tengas diez años te la daré.

Eran tantas las ansias del niño por la bicicleta que fue a su escondite y jalo la bola de estambre hasta que llego a los diez años. Y su Papa le dio la bicicleta.

Pero entonces ya quería una moto. A la hora de la comida  le dijo a su Padre: ¿Cuándo me darás una moto: su Papa respondió; cuando tengas 21 años.

Al acabar de comer tiro del estambre hasta que ajusto esa edad.

A los 21 años deseo un coche ardientemente. Pregunto a su Papa: ¿Cuándo será el día en que me des un coche? Su Padre le dijo cuando tengas 28.

Hizo lo mismo hasta llegar a esa edad y obtuvo el coche. Pregunto a su Papa ¿Cuándo podre tener un avión? Su Padre respondió: será cuando sepas manejarlo y tengas 35 años. Fue corriendo a jalar el hilo hasta tener la edad mencionada. Obtuvo su avión: pero ahora deseaba un barco.

Consulto con su Papa cuando podre tener un barco. El Papa le dijo. Ahora debes juntar tu sueldo durante quince años para comprarlo. El protagonista que ya no era niño, jalo de la bola hasta pasar esos quince años. De pronto tenía ya cincuenta años y podía comprar ya un barco. Pero también se encontraba enfermo y tenía poco ánimo para embarcarse. Prefería quedarse en tierra.

Así algunos pasan por la vida corriendo, agitados precipitados, sobrecargados, impetuosos, arrojados. Y no alcanzan a hacer todo. Les falta tiempo. Todavía más les falta mucho tiempo.

Seguramente hay un error general: las horas son demasiado breves. Los días son muy cortos, las vidas son extremadamente breves. No se puede perder el tiempo, “matar el tiempo”. Porque el tiempo no tiene precio. A nadie se le ha prometido el día de mañana.

Hay que ir por la vida, disfrutando cada momento aprovechando y fijarse mas en el ser que en el tengo. Muchas gracias hasta la próxima semana.