Por “Clarita” Pasos
La ocupación del tiempo. Vamos a considerar el tiempo de los hijos desde dos puntos de vista. La distribución de las actividades en el tiempo y las actividades individuales y de grupo.
En lo que se refiere a la distribución del tiempo. Interesa el tiempo que disponen por las tardes y los fines de semana.
Es muy probable que los hijos tengan que cumplir con sus tareas que les dejan sus maestros durante el semestre.
Pero les toca a los padres de familia distribuir las tareas para el tiempo libre y es recomendable que no tenga una actividad en particular, como ver la televisión por horas o estar en el internet.
Es muy importante vigilar que coman bien y sobre todo dormir sus horas recomendadas.
Los fines de semana pueden ser, con objetivos de descanso y de convivencia. Se pueden organizar salidas, caminatas, juegos de algún deporte en alguna cancha disponible, ir algún museo, bueno existen infinidad de actividades.
Claro que a veces por el clima lluvioso los niños no pueden salir de casa, entonces se recomienda, juegos de mesa por ejemplo, hay muchos muy interesantes, armar rompecabezas, leer un cuento o una biografía.
Es importante el juego que el juguete: los juguetes caros y sofisticados aburren pronto.
Estas ayudas deben relacionarse con algo que estimule la imaginación de los hijos.
También es interesante que hagan teatro, que escriban cuentos y quizá una revista de la familia para enviar a los parientes.
Si además les proporcionan papeles de colores, tijeras adecuadas a la edad sin punta, plastilina, pinturas, lápices de colores y un lugar donde puedan utilizarlos, es probable que el juguete llegue a ser una ayuda.
El niño no necesita de la novedad tanto como el adolescente. Para los niños de 6 a 10 años los balones, las bicicletas, patines, muñecas, las colecciones y actividades manuales siguen siendo las más apreciadas.
Si las actividades son demasiado sencillas o demasiado difíciles el hijo se aburrirá.
Los flojos desprecian el valor del tiempo lo “matan”. No piensan más que en descansar.
Los desordenados atropellan el tiempo. A veces se desgastan desproporcionalmente en un trabajo secundario, o no saben hacer un trabajo pensando en otra cosa. Así pierden el tiempo. Hacen lo que el entusiasmo o el capricho les dicten en cada momento.
Luego se dan cuenta que no han cumplido con su deber, los egoístas solo tienen tiempo para sus cosas.
Siempre están ocupadísimos y no tienen tiempo libre para atender a los demás.
Muchas gracias, hasta la próxima semana.
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