Desde la Izquierda; Crónica de los procesos

Terminaron los procesos internos y con ello se asoman los contendientes de los dos grandes bloques que habrán de disputarse la elección presidencial, diferentes entre sí, con métodos fincados en las encuestas pero distintos en el fondo. De un lado Xóchitl Gálvez avalada por una batería de encuestas alineadas a la derecha pero sin consultar a la ciudadanía, su presencia en el escenario político es mediático, recuerda a aquellos políticos que se vendieron como producto al electorado como Fox y Peña Nieto. Por el otro lado la Dra. Claudia Sheinbaum con un proceso amplio, vigilado por los participantes, acompañada por su partido, avalado por una consulta que en definitiva cuenta con mayor soporte social y ciudadano que da como resultado un proceso legitimado que por si solo hace una gran desemejanza.

No hay una sola lectura o visión de lo acontecido de ambos procesos, Xóchitl impactó más hacia adentro que hacia afuera, el cisma fue para todos aquellos que tenían meses placiandose sin entusiasmar a propios ni a extraños, su irrupción le inyectó vida a la oposición pero sin duda fue un error no consultar a la ciudadanía y que fueran los partidos los que se convirtieran en los protagonistas del proceso; hubo simulación, no fue democrático, ni ciudadano y mucho menos transparente. El fondo está claro, será rehén de las decisiones de los dirigentes, de la partidocracia y de los intereses ocultos que intentarán regresar al poder. No es lo mismo mover 15 millones en una consulta, como lo hizo AMLO, que 300 mil que estimaban mover para legitimar a Xóchitl, por eso la determinación de zanjarla.

El no tener un candidato propio por primera vez en su historia, el PRI lo habría cambalacheado por diversas posiciones, no dan paso sin huarache, es un tema de sobrevivencia, nos tocará vivirlo. En cuanto al PRD ni a eso llegan, infestado de intereses mezquinos lo han reducido a su mínima expresión, les falta audacia, estrategia y olfato para sobrevivir, desdibujados sus dirigentes se han vuelto anacrónicos a la espera de limosnear las migajas que caigan de la mesa.

En Morena es otro cantar, finalmente el partido en el poder determinó un proceso novedoso, inédito y ambicioso que mantuviera la legitimación que tiene el actual gobierno, quizás el error más grande de Marcelo fuera apostar todo a una campaña aire que al no venir acompañada de un contacto directo con el pueblo se queda corto, perdió eficacia al no saber diferenciar entre una contienda interna de una candidatura presidencial.

Por eso es que los recorridos de Claudia y Adán tuvieran mayor impacto, donde tomar las calles, las plazas, los auditorios, tener presencia en territorio fue determinante para el resultado final.  Ganó Claudia, pero en definitiva necesita de todos para mantener la ventaja que se presume, grave error sería desdeñar el porcentaje de Marcelo y la participación de Adán, el llamado a cerrar filas debe venir acompañado de generosidad y apertura para equilibrar el poder, si no hay un acomodo político que de cabida a los grandes movimientos las distancias con el Frente por México se achicarán, hoy hay estructuras que jugarán un papel importante en la próxima elección que demostraron ser eficaces en territorio.

Claudia tiene un reconocimiento social ganado a través de un consenso ciudadano promovido por todos los participantes de este proceso, la unidad dependerá de reconocerles a todos ellos su aporte y su presencia más allá de las filias y las fobias que caracterizan a la izquierda. Por lo pronto Morena sigue en las preferencias al 2024, dependerá de lo que sigue para mantener esa ventaja.

Ulises Gómez de la  Rosa 

Presidente Estatal de Acción  Sí AC

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