Desde la Izquierda; De Coalición a Coalición

No todas las coaliciones electorales benefician a sus integrantes, hay algunas que incluso no ayudan al proceso electivo, es decir, no impactan al electorado, la simple suma de membretes no arropan por sí misma a un candidato, se necesita mucho más para que surta un efecto dominó y logre mover conciencias a un proyecto que pretende conquistar el poder público.

Dimensionar el éxito electoral es multifactorial, si bien es cierto que los partidos se alían para aumentar sus posibilidades de ganar elecciones esto no garantiza que sea esencialmente una regla infalible, depende primero de que partidos se coligan, es decir sus antecedentes, sus dirigentes y prestigio, y segundo para que lo hacen, si es por la conquista del poder por el poder o hay sustancia de un proyecto reformador que mueva al ciudadano a votar por esa alianza electoral.

También hay alianzas antinatura que en términos de resultados electorales no son tan exitosas como se pretende, aún y cuando la justificante es ser un gobierno de coalición, donde deciden ser socios en el ejercicio del poder, no es suficiente para convencer al ciudadano. Mezclar la izquierda con la derecha presenta una contradicción de origen, hay temas que son imposibles de abordar desde un programa de gobierno o una plataforma electoral que deba ser presentada y aprobada por la ciudadanía, es así que el PAN choca de frente con el programa ideológico del PRD en temas como el aborto, el género, las minorías e incluso en temas como la orientación en el gasto social, la deuda, los impuestos etc, es decir presentan una inconsistencia ideológica que finalmente sí es evaluada por el votante.

Para el 2024 habrá dos coaliciones, la del Morena-PT-PVEM y la de PAN-PRI-PRD, de entrada es más fácil defender al primer bloque debido a la coincidencia programática, finalmente el PVEM sostiene políticas donde defiende los derechos humanos y se ha declarado a favor de los derechos de la comunidad LGBT+ así como de otras minorías, es decir se acerca mucho al programa ideológico de Morena.

Pero dejando de lado los términos ideológicos, en la percepción de peso e influencia electoral de partido a partido, evidencian diferencias más profundas, como lo es que Morena es más grande que el PAN por la naturaleza misma de los espacios que gobierna y que ocupa en las Cámaras de Senadores y Diputados Federales, amén del número de votos obtenidos en la última elección. El PT es hoy más grande que el PRD y sostengo la teoría de que en Querétaro es más fácil recuperar el registro del primero que del segundo, y por último el PVEM se defiende más que el PRI; al Verde le es funcional sus alianzas a pesar del desprestigio de sus dirigentes, en cada elección mantiene porcentajes similares mientras el tricolor va en decadencia en elección tras elección.

Reproducir la alianza del Frente x México en Querétaro es aún más complicado, más cuando el PAN tiende a ganar en números absolutos que cuando compite de manera individual que en coalición con otros partidos, no siendo así para el PRI o el PRD que requieren de una coalición para ganar espacios e incluso para sobrevivir, cargarlos tendrá un costo que no todo panista piensa asumir porque además de conceder candidaturas habrá que justificar las motivaciones que tienen para aliarse. Por lo pronto la alianza de Morena promete más, es consistente, fácil de acordar, de operar y no lleva lastres, al tiempo.

Ulises Gómez de la  Rosa 

Presidente Estatal de Acción  Sí AC

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